Utilizar de forma comedida el ordenador en el trabajo para usos personales contribuye a aumentar la productividad laboral.
La empresa pone la tecnología al alcance del trabajador, pero eso no significa que éste tenga que estar todo el día utilizando su ordenador con fines laborales. En realidad, sabemos que un trabajador que pasa el 20% de su tiempo laboral navegando a su antojo, por ejemplo consultando la cuenta del banco y leyendo su periódico favorito, es un 9% más rentable que otro que no lo haga.
Un estudio realizado este año por la Universidad de Melbourne demuestra que navegar por Twitter, Facebook u otras páginas de Internet en el trabajo aumenta la productividad de los empleados. En esta actividad se incluye también la consulta del correo electrónico personal y echar un vistazo a la cuenta de nuestro banco.
La propia web de la Universidad de Melbourne Coker señala que "la navegación ociosa por la Red en horas de trabajo ayuda a ajustar la concentración de los trabajadores". Tal y como explica, "las personas necesitan distraerse un momento para volver a la concentración". Coker pertenece al departamento de gestión y marketing del centro universitario, y tiene muy claro que los descansos breves permiten descansar la mente, obteniendo una concentración total más alta y, por tanto, un aumento de la productividad. Según la investigación, buscar información, leer noticias, jugar on line o ver vídeos en la Red son las principales actividades de los internautas.
Los anglosajones han denominado estos escarceos de los empleados para realizar taeras personales o lúdicas, WILB (Workplace Internet Leisure Browsing). Esto, traducido al castellano, viene a significar algo así como “cosas que hacer en Internet cuando deberías estar trabajando”. Aquí, en España también hay quienes le han puesto nombre. Para Juan Romero, portavoz de Adicciones Digitales, una organización que imparte charlas en colegios y empresas para mostrar cómo hacer un uso saludable de la tecnología, “cuando estamos realizando actividades lúdicas en nuestra hora de trabajo, a esto lo llamamos internetear”.
Eso sí, estamos hablando del 20% del tiempo, no de pasarse todo el día navegando o chateando. “Una cosa es el uso y otra muy diferente el abuso o la adicción. El uso consiste en utilizarlo un rato, de forma racional. El abuso es usarlo siete horas un día. Y la adicción consiste en pasarse siete horas los cinco días que estamos en la oficina”, explica Romero.
martes, 8 de septiembre de 2009
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