No puedo decir precisamente que había pronosticado esto, pero sin duda lo percibí durante los últimos años. El correo electrónico ya no funciona tan bien como el correo tradicional. Por la razón que sea, es más probable que me comunique un gran porcentaje de la gente con la que necesito estar en contacto mediante la oficina postal que lo haga por correo electrónico. El email se echó a perder, aunque tengo una solución.
Me pierdo buena parte del correo que me mandan, porque me llega a mitad de la noche. Para cuando me levanto, hay 100 mensajes esperándome. Me gusta responder todo el correo electrónico que puedo; pero a veces me faltan mensajes importantes. Y aunque utilizo Computer Tyme Web Hosting, que elimina buena parte del correo basura, mi buzón sigue llenísimo. Es demasiado.
Buzones de correo muertos
Al parecer no soy el único empantanado. Ahora me encargo de la latosa tarea de invitar gente a mi podcast, y parece que hay muchísima gente que ha abandonado el correo electrónico. Puedes mandarles un correo todo el día en vano. Los peores escenarios son las mujeres que procuramos tener en el programa. Únicamente una de cada diez responde realmente al correo electrónico. La gente está pasando sus comunicaciones online a Twitter y Facebook.
Sé que Jolie O’Dell, del blog noticioso Mashable, quiere estar en el programa; pero jamás he podido contactar con ella, a pesar del hecho de que tengo sus cuentas de correo y de Twitter. No me responde nada, pese a que es periodista de temas tecnológicos. Y sé que no ignora estos mensajes porque las mujeres rara vez tienen problemas en responder estas solicitudes con la palabra ‘No’.
Es simplemente que ella y muchas otras personas se han retirado del correo electrónico porque quita demasiado tiempo examinar un buzón repleto. Y entonces ¿por qué la gente tiene direcciones de correo electrónico si ni siquiera las usan?
Muchas de estas personas se han retirado a Facebook. En lo personal, me he negado a participar en el sitio. Es para la universidad y para damas grandes. Pero parece que tengo que usarlo si alguna vez quiero ponerme en contacto con estas élites; claro que primero debo suplicarles que me permitan entrar en su círculo. Facebook es fascismo, puro y simple. Pero ¿qué vamos a hacer con el correo electrónico?
Los malos trucos no sirven
Hay varios trucos que la gente pone a prueba, como cajas especiales para amigos especiales. Eso es bueno pero no será de ayuda cuando alguien que esté fuera de tu círculo inmediato necesite contactar conmigo. Luego está el estúpido sistema de verificación. Esto me choca a más no poder. Alguien me escribe un correo electrónico. Cuando contesto, tengo que demostrar que soy una persona real. El tipo me escribió primero. Yo le respondía. Estos sistemas de verificación son basura si no distinguen quién empezó realmente la conversación. Y ahora me veo forzado a completar un proceso para replicar. Esto me enloquece. Me pasa como una vez al mes. Si me mandan un correo y quieren una respuesta, será mejor que me preautoricen. No tengo tiempo para jugar con un robot.
El correo electrónico de paga funcionará
Desde hace tiempo ha circulado la idea de un sistema de paga. Paypal o alguna operación de micropago (¿Google?) quiere probar esto. Tú me mandas un correo pero tienes que pagar para que yo realmente reciba el mensaje. Es un servicio postal invertido. Con gusto aceptaría un dólar, por ejemplo, para leer el correo. Y si tú y yo nos respondemos, el dólar viene y va, y no nos cuesta nada.
Por otro lado, los spammers y la gente que quiera tener contacto ocasional con nosotros tendrá que pagar. Si les respondes, reciben su dinero de vuelta. Si el correo no es más que una tontería, felizmente te quedas con el dinero.
Esta idea eliminaría todo el correo indeseado y minimizaría el correo inútil. La única gente a quien le afectaría esto son los que envían boletines; pero dentro del mecanismo podría haber una marca de suscripción que le permitiría al distribuidor del boletín poder mandar su correo sin pagar la cuota. No es tan complicado. La verdadera dificultad sería la creación de mecanismos que la gente realmente adopte. Tendría que empezar como una especie de estándar que adopten varios proveedores de servicios de Internet importantes.
En cualquier caso, el correo electrónico se echó a perder y hay que arreglarlo. Facebook no es la respuesta y tampoco lo es ningún tipo de sistema cerrado como él. El correo electrónico de paga es la única solución real. –
John C. Dvorak