En una época en la que el Fair Play brilla por su ausencia porque los jugadores cada fingen más faltas es digno de elogio la actitud de Valter Birsa. Y es que el jugador del Auxerre convenció al árbitro para que no expulsara injustamente a un rival.
En el fútbol, lamentablemente, cada vez son más habituales los piscinazos y los fingimientos de agresiones. Sin embargo, el jugador del Auxerre Valter Birsa se ha convertido en un ejemplo a seguir al evitar que el árbitro expulsara a un rival.
Los hechos ocurrieron durante la disputa del Olympique de Marsella-Auxerre (0-2). En el minuto 33, con empate a cero en el marcador, el jugador local Bakari Kone tuvo un encontronazo violento con Valter Birsa que mandó a este último directamente al suelo. El árbitro consideró que Kone había agredido a su adversario y decidió mostrarle la tarjeta roja.
Sin embargo, para sorpresa de todos, Birsa se dirigió al árbitro para convencerle de que no expulsara al futbolista del Olympique y finalmente consiguió que éste permaneciera en el campo. "No hubo mala intención de Koné. Los dos fuimos a por el balón y él se cayó sobre mí. Pero no pasó nada, por eso pedí al árbitro que no le expulsara", indicó Birsa al final del encuentro.
Malige, el colegiado de la contienda, por su parte, alabó la actitud del futbolista del Auxerre: "Yo pensé que Koné le había soltado el codo a su oponente, y por eso tomé la decisión de expulsarle. Al ver la reacción de los jugadores del Marsella pensé que quizá había cometido un error, y me lo confirmó el propio jugador que había recibido el golpe. Agradezco el gesto que ha tenido el jugador Birsa".
Eurosport
domingo, 27 de diciembre de 2009
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