Entender bien esto podría conducir a recetar mejores fármacos contra la obesidad y dolencias relacionadas como la diabetes y la enfermedad cardíaca, según revela estudio.
Este componente atrapa las partículas grasas dañinas y segrega activamente compuestos útiles para el organismo.
Muchos estudios demostraron que las personas que acumulan grasa alrededor del abdomen y el estómago son más propensas a morir de enfermedad cardiaca y otras causas que las personas con exceso de peso en zonas más bajas, aunque los motivos no están claros.
Esto se debería a que varios mecanismos diferentes entran en juego, dijo Konstantinos Manolopoulos, de la University of Oxford, en Gran Bretaña.
'Lo asombroso es el rol protector de la parte inferior del cuerpo, esto es, de la grasa gluteofemoral', escribió Manolopoulos en la revista internacional Obesity. 'Las propiedades protectoras del depósito de grasa en la parte inferior del cuerpo se ha confirmado en muchos estudios', añadió.
La grasa en los muslos y la cola parece almacenar ácidos grasos en exceso, dijo Manolopoulos, quien revisó literatura científica para su informe.
Las personas con cuerpos en forma de pera parecen tener menos niveles de los compuestos llamados citoquinas inflamatorias, químicos involucrados en la respuesta del organismo a la
infección que también pueden jugar un papel clave en la enfermedad cardíaca y la diabetes cuando están activados inadecuadamente.
La grasa en las piernas también absorbería las grasas de la dieta, evitando que colapse el cuerpo cuando las personas comen de más, dijo Manolopoulos.
Los niveles de colesterol reflejan un equilibrio engañoso entre la lipoproteína de alta densidad -o colesterol HDL o 'bueno'-, que remueve las grasas peligrosas de la sangre, y la lipoproteína de baja densidad -o colesterol LDL o 'malo'-, que puede endurecer y bloquear las arterias.
La grasa en los muslos también sería más estable, indicó el autor. Estudios señalan que la grasa abdominal se desglosa rápidamente durante el ayuno o el estrés, lo que libera componentes potencialmente dañinos de la grasa.
'Los mecanismos regulatorios exactos de liberación y almacenamiento de ácido graso y su efecto en el metabolismo a corto y largo plazo aún deben investigarse', escribió Manolopoulos.
La grasa en las piernas también sería mejor a la hora de producir hormonas como la leptina, que afectan el apetito y el metabolismo, aunque el investigador dijo que esto no se comprendía muy bien.
Entender bien todo esto podría conducir a mejores fármacos contra la obesidad y dolencias relacionadas, como la diabetes y la enfermedad cardíaca, concluyó Manolopoulos.
WASHINGTON
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