La sentencia considera a la acusada autora de un delito de asesinato al entender que actuó de manera sorpresiva, haciendo uso de gasolina y con la intención "clara" de matar a la víctima
La mujer que quemó al violador de su hija tendrá que cumplir una condena de más de nueve años de prisión. La sentencia, dictada por la sección séptima de la Audiencia, con sede en Elche, considera a María del Carmen García Espinosa, autora de un delito de asesinato, al entender que su intención era "inequívocamente" la de acabar con la vida de la víctima.
El fallo recoge que la procesada actuó con alevosía llevando a cabo el ataque con un objetivo "predeterminado", al establecer "el modo más idóneo para ejecutar su propósito", asegurado el resultado y eliminando, de igual manera, cualquier posibilidad por parte del fallecido de defenderse. Un "modus operandi" que la mujer desplegó el día de los hechos al rociar con gasolina el cuerpo de Antonio Velasco y arrojar una cerilla al suelo.
El tribunal descarta así las teorías expuestas por la defensa advirtiendo de que la procesada sólo "pretendía" asustar al fallecido para "que se fuera de Benejúzar", como ella misma expresó durante el juicio. La sala, por contra, sí ha tenido en cuenta en su resolución el estado mental de la ahora condenada reconociendo que desde la agresión sexual que padeció su hija arrastraba unas alteraciones psíquicas y al ver al fallecido se pudo desencadenar "una explosión mental" en su cabeza -como explicaron los psiquiatras- que la "sobrepasó". Una circunstancia que ha supuesto la aplicación de la eximente incompleta por trastorno mental transitorio y con ella la reducción de la privación de libertad que supondría la pena por asesinato.
Pese a reconocer este aspecto, la sala advierte de que la mujer no tenía "impedida" su capacidad para planear el ataque y los hechos ratifican que así fue ya que, actuó de manera "rápida, ocultando la botella en la que llevaba la gasolina", trasladándole al dueño del bar "que su intención sólo era la de hablar" con Antonio Velasco y tras arrojarle el combustible "y comenzar a arder el agredido evitó riesgos para sí misma al salir corriendo" del establecimiento. La resolución judicial hace hincapié, entre otros aspectos, en el medio empleado por la acusada para ejecutar el ataque al entender que la gasolina es un material "que produce un sufrimiento horrible, ya que el fuego causa una muerte tremendamente cruel", además de alertar de "su idoneidad para matar".
Por esta circunstancia, la sentencia impone a la acusada una condena de ocho años y medio de prisión por el delito de asesinato y un año de cárcel por un delito de lesiones con instrumento peligroso, por las quemaduras que padeció un cliente del bar. Además, impone una orden de alejamiento de quinientos metros de los familiares del fallecido.
http://www.diarioinformacion.com/secciones/noticia.jsp?pRef=2009072300_19_912973__Vega-Baja-Condenan-nueve-prision-mujer-quemo-violador-hija
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