Un tribunal de Arabia Saudí ha condenado al cabecilla de una banda que se dedicaba a asaltar joyerías a mano armada a morir decapitado y a que su cuerpo sea posteriormente crucificado en un lugar público donde tendrá que permanecer tres días.
Según informa hoy el diario saudí Al Okaz, seis miembros del grupo que dirigía el inculpado, identificado como Surhan al Asiri, serán también decapitados.
Sin embargo, según fuentes citadas por el periódico, los siete sentenciados solicitarán que un tribunal de casación revise su sentencia, emitida ayer.
Otros nueve inculpados en el mismo caso han sido condenados a penas de entre 15 y 7 años de cárcel y a recibir entre 1.000 y 1.300 latigazos, mientras que otros seis integrantes de la banda tendrán que pasar entre 12 y 15 meses en prisión.
Los condenados formaban parte de un grupo compuesto por 23 personas y fueron detenidos entre 2005 y 2007 en la provincia de Asir, en el suroeste del país, donde llevaban a cabo sus actividades delictivas.
Al Asiri fue arrestado en 2007 poco después de asaltar dos joyerías en las localidades de Tanuma y Qana.
El portavoz de la Policía de la provincia de Asir, Abdala bin Zafran, citado por Okaz, aseguró que la detención de estos delincuentes, que también fueron acusados de intento de asesinado, se llevó a cabo tras meses de largas investigaciones.
En el ultraconservador reino de Arabia Saudí rige una interpretación rigorista de la ley islámica, que estipula castigos como la decapitación por sable, la lapidación o la amputación de miembros, a los que habitualmente recurren los jueces saudíes.
miércoles, 5 de agosto de 2009
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