miércoles, 26 de agosto de 2009

0 Despedido por negarse a desinstalar Linux..

..de su propio ordenador. Si, así como lo lees. Le ha ocurrido a un buen amigo mio, padre de familia que se encontraba en situación de desempleo desde hace medio año y que ahora, tras encontrar trabajo y cuando parecía que las cosas le empezaban a marchar bien, de buenas a primeras se encuentra otra vez de patitas en la calle.

La historia es la siguiente. Hace cosa de un mes le hicieron una entrevista de trabajo en la empresa X (Prefiero no citar el nombre para evitarme marrones legales o incluso personales. La ciudad donde resido es muy pequeña y en este asunto no tengo más pruebas que la palabra de mi amigo.) Parece que la entrevista fue bien así que unos días después le llamaron para comunicarle que se iba a incorporar a la plantilla. Y no me extraña porque el tío está muy preparado, si no fuera por la actual situación económica y la mala suerte que parece le acompaña en los últimos tiempos, ni de coña estaba en el paro.

Sigo poniéndoos en antecedentes. En la entrevista, una de las cosas que le dejaron bastante claro es que para el puesto resultaba requisito indispensable disponer de vehículo propio.. hasta aquí todo muy normal, en muchos sitios te lo piden. Pero es que también le exigían disponer de un ordenador portátil por aquello de que se iba a pasar medio mes viajando y recopilando información y el otro medio mes en la oficina. A mi me parece que lo más normal en estos casos es que la empresa te facilite el equipo informático. ¿No? Total, hoy en día por cuatro duros tienes un buen portátil y no creo que para la empresa suponga un gasto exagerado. Pero en fin, parece que mi amigo no le dio importancia a ese detalle y pasó por el aro, un trabajo es un trabajo y tal y como está el panorama tampoco se puede ser demasiado tiquismiquis.

Bueno, pues se incorporó a la empresa y después de casi medio mes yendo de aquí para allá con un compañero por varias provincias, aprendiendo el oficio y cumpliendo como un campeón con lo que le encomendaban el problema le ha venido el primer día de oficina.

Resulta que el jefe ha aparecido a media mañana y al acercarse a saludarlo se ha fijado en la pantalla de su portátil y le ha preguntado que por qué eran tan raros sus iconos. Mi amigo inocentemente le ha contestado que eso era porque tenía instalado “Ubuntu”, pero enseguida se ha dado cuenta que algo iba mal porque su interlocutor ha reaccionado a ese “palabro” igualito, igualito que si le hubiera dicho “Melacomes”.

Parece que la cosa quedó ahí pero a la hora o así de ocurrir esto el jefe le ha llamado a su despacho y adivina qué.. Resulta que ha llamado por teléfono a su hijo de 15 años para que le explique mejor que es eso de Ubuntu y, una de dos, o lo desinstala o la van a tener gorda. Según su hijo eso no es fiable, seguro ni estable y no piensa consentir que los datos de su empresa se gestionen con eso. Le ha dicho que se descargue del emule el Windows (Pobres incautos, ¿Pensabais que le iba a pagar una licencia legal si ni siquiera le puso un portátil?) y que trabaje con el como todo hijo de vecino, que eso si es un sistema operativo serio y contrastado en todo el mundo. Claro, mi amigo un poco más alarmado y a la vista del cariz que estaban tomando las cosas ha intentado tranquilizarle y volver a explicar de buenas maneras que no pasaba nada y que blah blah blah.. pero el tío lo ha interpretado como que ponía en duda la palabra de su hijo, que según él es un lumbreras en el instituto, le ha salido con que iba de listo por la vida y fin de la conversación.. a la puta calle.

A mi sinceramente me parece surrealista e indignante que algo así pueda ocurrir en España. Podría haber entendido el despido si el ordenador no fuera de su propiedad, si mi amigo por ejemplo hubiera decidido instalar y utilizar Linux en un ordenador de la empresa solo porque le salía de sus santos cojones y encima ponerse gallito, cabezón y negarse a usar Windows. Uno obviamente no puede ir por libre y hacer lo que le de la gana en el trabajo o con propiedades ajenas, especialmente en según que puestos de trabajo. Generalmente tienes que adaptarte a ciertas cosas que suelen venir impuestas implícitamente o explícitamente con el puesto, como unos horarios, una determinada manera de vestir, unos métodos de trabajo concretos, etc.. Esto es así y no hay más vuelta de hoja, si no lo haces te vas a la calle, normal.

Pero es que en este caso y como dice el refrán, además de puta, pones la cama y encima te quedas sin cobrar.

Bueno, pues eso, se que de nada sirve patalear y contar esto por aquí pero quería dar rienda suelta de alguna manera al cabreo que me ha entrado cuando me lo ha contado. Que gente y que país.. !Joder!

http://www.xeduced.com/2009/08/26/despedido-por-negarse-a-desinstalar-linux/

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